martes, 31 de marzo de 2009
martes, 3 de marzo de 2009
lunes, 2 de marzo de 2009
USTED PREGUNTA EL QUR'AN RESPONDE
EN EL NOMBRE DE DIOS CLEMENTE MISERICORDIOSO
1)- ¿Quién es el Creador?
(7:54)
Realmente vuestro Señor es Allah, Quien creó los cielos y la tierra en seis días, luego se asentó en el Trono. La noche cubre al día que le sigue rápidamente y el sol, la luna y las estrellas están, por Su mandato, sometidos. ¿Acaso no Le pertenecen el Mandato y la creación? Bendito sea Allah, el Señor de los mundos.
(10:32)
Ese es Allah vuestro Señor, la Verdad. ¿Y qué hay más allá de la verdad sino el extravío? ¿cómo es que os apartáis?
(39:6)
Os creó a partir de un sólo ser del que hizo a su pareja, e hizo descender para vosotros ocho especies de ganado. Os crea en los vientres de vuestras madres, creación tras creación, a lo largo de tres tinieblas. Ese es Allah, vuestro Señor, Suya es la Soberanía; no hay dios sino Él. ¿Por qué entonces os apartáis?
(40:64)
Allah es Quien ha hecho para vosotros la tierra como lugar en el que estar y el cielo como edificación y os ha dado forma haciendo que fuera la mejor, y os ha proveído de cosas buenas; ése es Allah vuestro Señor. ¡Bendito sea Allah el Señor de todos los mundos!
2)- ¿Quién es Allah?
(2:255)
Allah, no hay dios sino Él, el Viviente, el Sustentador.
Ni la somnolencia ni el sueño Le afectan. Suyo es cuanto hay en los cielos y cuanto hay en la tierra. ¿Quién puede interceder por alguien ante Él, si no es con Su permiso? Sabe lo que hay ante ellos y lo que hay tras ellos, y no abarcan nada de Su conocimiento a menos que Él quiera.
El escabel de Su trono abarca los cielos y la tierra y no Le causa fatiga mantenerlos. Él es el Elevado, el Inmenso.
(3:18)
Allah atestigua que no hay dios sino Él, así como los ángeles y los dotados de conocimiento, rigiendo (Su creación) con equidad. No hay dios sino Él, el Inigualable, el Sabio.
(3:51)
Allah es mi Señor y el vuestro, ¡Adoradle! Esto es un camino recto.
(20:14)
Yo soy Allah, no hay dios excepto Yo; adórame y establece la Oración para recordarme.
(35:13)
Hace que la noche penetre en el día y que el día penetre en la noche. Y ha sometido el sol y la luna a Su dominio, cada uno de los cuales gira hasta un término fijado. Ese es Allah, vuestro Señor, a Él Le pertenece la soberanía, mientras que los que invocáis aparte de Él no poseen ni la piel de un hueso de dátil.
(59:23-24)
Él es Allah, Quien no hay dios sino Él, el Rey, el Purísimo, la Paz, el que da Seguridad, el Vigilante, el Irresistible, el Compulsivo, el Soberbio. ¡Gloria a Allah por encima de lo que asocian! Él es Allah, el Creador, el Originador, el Modelador.
Suyos son los nombres más hermosos. A Él Lo glorifica cuanto hay en los cielos y en la tierra. Y Él es el Irresistible, el Sabio.
3)-¿Pensasteis que Allah os había creado solamente como diversión y sin ningún propósito?
(23:115)
¿Acaso pensasteis que os habíamos creado únicamente como diversión y que no habríais de volver a Nosotros?
4)- ¿Para qué ha creado Allah a la humanidad?
(51:56)
No he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren.
5)- ¿Qué nos ha ordenado Allah hacer?
(4:58)
Allah os ordena devolver los depósitos a sus dueños y que cuando juzguéis entre los hombres lo hagáis con justicia.
¡Que bueno es aquello a lo que Allah os exhorta! Es cierto que Allah es Quien oye y Quien ve.
(6:151)
Di: Venid que os declare lo que vuestro Señor os ha prohibido: Que no asociéis nada con Él, que hagáis el bien a vuestros padres y no matéis a vuestros hijos por temor a la miseria. Nosotros os proveemos a vosotros y a ellos, no os acerquéis a las faltas graves ni externa ni internamente y no matéis a quien Allah ha hecho inviolable excepto por derecho. Esto es lo que se os encomienda para que tal vez razonéis.
6)- ¿A quién tenemos que pedir ayuda?
(1:1-6)
En el nombre de Aláh, el Compasivo, el Misericordioso, Alabado sea Aláh, Señor del Universo, El Compasivo, el Misericordioso, Soberano absoluto del Día del Juicio, Sólo a Ti adoramos y sólo de Ti imploramos amparo. Guíanos por el sendero recto. El sendero de quienes agraciaste, no el de los que han caído en tu ira ni el de los extraviados.
7)- ¿A quién tenemos que invocar en momentos de necesidad?
(10:12)
Y cuando el hombre es tocado por el mal, Nos suplica acostado, sentado o de pie; pero cuando lo libramos de él, sigue como antes, como si no Nos hubiera suplicado por un mal que le tocó. Así es como hacemos que a los que se exceden les parezcan hermosas sus acciones.
(29:65)
Y cuando embarcan en la nave invocan a Allah con un reconocimiento sincero de que sólo Él debe ser adorado; pero cuando los ponemos a salvo en la tierra, Le asocian copartícipes.
8)- ¿Qué le sucedió a nuestros antepasados cuando desobedecieron a Allah?
(29:40)
A cada uno le castigamos por sus faltas. A unos les mandamos un viento huracanado, a otros les agarró el Grito, a otros hicimos que se los tragara la tierra y a otros los ahogamos. Allah no fue injusto con ellos en nada sino que fueron ellos mismos los injustos.
9)- ¿Allah preserva el Corán de la corrupción?
(15-9)
Nosotros hemos hecho descender el Recuerdo y somos sus guardianes.
10)- ¿A quién tenemos que adorar?
(20-14)
Yo soy Allah, no hay dios excepto Yo; adórame y establece la Oración para recordarme.
11)-¿Cuál es la religión para Allah?
(3:19)
Realmente la práctica de Adoración ante Allah es el Islam. Los que recibieron el Libro no discreparon sino después de haberles llegado el conocimiento, por envidias entre ellos.
Y quien niega los signos de Allah... Cierto es que Allah es Rápido en la cuenta.
12)- ¿Cuál es la religión aceptada por Allah?
(3:85)
Y quien desee otra práctica de Adoración que no sea el Islam. No le será aceptada y en la Última Vida será de los perdedores.
13)- ¿De dónde proviene el Corán?
(6:114)
¿Por qué habría de desear otro juez que Allah cuando es Él Quien ha hecho descender para vosotros el Libro clarificador? Aquéllos a los que les fue dado el Libro saben que éste ha descendido de tu Señor con la verdad; no seas, pues, de los que dudan.
(42:3)
Así te inspira, como a los que hubo antes de ti, Allah, el Poderoso, el Sabio.
14)-¿Por qué Allah ha enviado mensajeros?
(4:64)
Y no hemos enviado a ningún mensajero sino para que fuera obedecido con el permiso de Allah.
15)-¿Tenemos que creer en todos los mensajeros?
(2:285)
El Mensajero cree en lo que se le ha hecho descender procedente de su Señor y los creyentes (con él). Todos creen en Allah, en Sus ángeles, en Sus libros y en Sus mensajeros: "No aceptamos a unos mensajeros y negamos a otros". Y dicen: Oímos y obedecemos, (danos) Tu perdón Señor nuestro, y hacia Ti es el retorno.
16)- ¿Qué ha ocurrido con las escrituras anteriores?
(4:46)
Algunos de los que practican el judaísmo tergiversan las palabras y dicen: ¡Oímos y desobedecemos! ¡Oye pero no entiendas! ¡Raina! Dándole un doble sentido con sus lenguas y ofendiendo la Práctica de Adoración. Si dijeran: ¡Oímos y obedecemos! ¡Oye! ¡Míranos! Sería mejor para ellos y más justo; pero Allah los maldice por su incredulidad. Son pocos los que creen.
(5:13)
Y porque rompieron su compromiso los maldijimos y endurecimos sus corazones. Tergiversaron las palabras y olvidaron parte de lo que con ellas se les recordaba. No cesarás de descubrir traiciones por su parte, a excepción de unos pocos, pero perdónalos y no se lo tomes en cuenta; es cierto que Allah ama a los que hacen el bien.
17)- ¿Quién es el último mensajero?
(3:144)
Pero Muhammad es sólo un mensajero antes del cual ya hubo otros mensajeros. Si muriese o lo mataran, ¿daríais la espalda? Quien da la espalda, no perjudicará a Allah en absoluto. Y Allah recompensará a los agradecidos.
18)-¿A quién ha enviado Allah al último mensajero?
(34:28)
Y no te hemos enviado sino como anunciador de buenas noticias y advertidor para todos los hombres; sin embargo la mayor parte de los hombres no sabe.
19)-¿Qué ha preparado Allah para los cristianos y los judíos que creen en el Profeta Muhammad?
(57:28)
¡Vosotros que creéis! Temed a Allah y creed en Su mensajero y os dará de Su misericordia doblemente, os conferirá una luz con la que caminaréis y os perdonará. Allah es Perdonador, Compasivo.
20)- ¿Cuál es la naturaleza de Jesús?
(3:59)
Verdaderamente Jesús, ante Allah, es como Adán. Lo creó de tierra y luego le dijo: ¡Sé! Y fue.
21)- ¿Qué dice Allah de María?
(3:42-47)
Y cuando dijeron los ángeles: ¡María! Allah te ha elegido, te ha purificado y te ha escogido entre todas las mujeres de la creación). ¡María! Dedícate por entero al servicio de tu Señor y póstrate e inclínate con los que se inclinan. Estas son noticias del Oculto que te inspiramos. Tú no estabas con ellos cuando echaron a suertes con sus flechas para saber cuál de ellos sería el tutor de María, ni estabas allí cuando discutieron. Cuando dijeron los ángeles: ¡María! Allah te anuncia una palabra procedente de Él cuyo nombre será el Ungido, Isa hijo de María; tendrá un alto rango en esta vida y en la Última; y será de los que tengan proximidad. En la cuna y siendo un hombre maduro, hablará a la gente y será de los justos. Dijo: ¡Señor mío! ¿Cómo voy a tener un hijo si ningún hombre me ha tocado? Dijo: Así será, Allah crea lo que quiere; cuando decide un asunto le basta decir: ¡Sé! Y es.
22-¿Fue Jesús crucificado y murió en la cruz?
(4:157-158)
Y por haber dicho: Nosotros matamos al Ungido, hijo de María, mensajero de Allah. Pero, aunque así lo creyeron, no lo mataron ni lo crucificaron. Y los que discrepan sobre él, tienen dudas y no tienen ningún conocimiento de lo que pasó, sólo siguen conjeturas. Pues con toda certeza que no lo mataron. Sino que Allah lo elevó hacia Sí, Allah es Poderoso y Sabio.
23-¿Era Jesús el hijo de Dios?
(112:1-4)
Di: Él es Allah, Uno. Allah, el Señor Absoluto. No ha engendrado ni ha sido engendrado. Y no hay nadie que se Le parezca.
24- ¿Cómo se alcanza la salvación?
(6-82)
Los que creen y no empañan su creencia con ninguna injusticia, ésos tendrán seguridad y serán guiados.
25- ¿Qué sentido tiene la vida de este mundo?
(57:20)
Sabed que la vida del mundo es en realidad juego y distracción, así como apariencia, jactancia entre vosotros y rivalidad en riqueza e hijos. Es como una lluvia que admira a los sembradores por las plantas que genera, pero que después se secan y las ves amarillentas hasta convertirse en deshecho. En la Última Vida habrá un duro castigo, y también perdón de Allah y beneplácito. La vida del mundo no es más que el disfrute del engaño.
26- Todo el bien proviene de Allah
(16:53)
Los dones que tenéis vienen de Allah. Sin embargo, cuando os toca algún mal, es cuando Le imploráis.
27- ¿Cómo conseguir las bendiciones de Allah?
(14-7) Y cuando os anunció vuestro Señor: Si sois agradecidos, os daré aún más, pero si sois desagradecidos... Es cierto que Mi castigo es intenso.
28- ¿Cómo salvarse del castigo divino?
(61:10-11)
¡Vosotros que creéis! ¿Queréis que os diga un negocio que os salvará de un doloroso castigo? Que creáis en Allah y en Su mensajero y que luchéis en el camino de Allah con vuestros bienes y personas. Eso es lo mejor para vosotros, si queréis saberlo.
29- ¿Qué sucede a quién tiene confianza en Allah?
(65-3)
Y le provee desde donde no lo espera. Quien se abandone en Allah, Él le bastará. Es cierto que la orden de Allah llega hasta donde Él quiere. Allah le ha dado a cada cosa un término y una medida.
30- ¿Cuál el destino de los incrédulos?
(57:15)
Así pues hoy no se os aceptará ningún rescate, como tampoco se les aceptará a los que se negaron a creer.
Vuestro refugio será el Fuego. Él se encargará de vosotros.
¡Qué mal lugar de destino!
31- ¿Cuál es el destino de los creyentes?
(4:57)
Y a los que creen y practican las acciones de bien, les haremos entrar en jardines por cuyo suelo corren los ríos; allí serán inmortales para siempre, tendrán esposas puras y les pondremos al amparo de una apacible umbría.
32- ¿Cómo conseguir la felicidad?
(16-97)
A quien haya obrado con rectitud sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho.
y ALLAH SWT sabe mas.
fuente: islamhouse
libro usted pregunta, el quran responde
أنت تسأل و القرآن يجيب
[اللغة الإسبانية ]
Muhammad Yahia Al-Tum
محمد يحيى التوم
Oficina de Dawa en Rabwah - Riyadh
المكتب التعاوني للدعوة وتوعية الجاليات بالربوة بمدينة الرياض
1430 – 2009
lunes, 23 de febrero de 2009
Una gran mujer, Jadiyah bintu Juailid 2º parte final.
Luego, Jadiyah llevó a su esposo a la casa de su primo Waraqah Ibn Nawfal, que era cristiano y le contaron lo acontecido. Al oír la historia éste exclamó: ¡Ese era el espíritu de la revelación, el mismo que Allah envió a Moisés!
Jadiyah no vaciló un segundo ni se retrasó en creer en la revelación y profecía de Muhammad, contándose así en ser la primera persona en aceptar el Islam.
Cuando comenzó la difusión del Islam y los idólatras de La Meca comenzaron a perseguir a los musulmanes y someterlos a terribles torturas y tormentos, Jadiyah se contó entre los pacientes que soportaron y enfrentaron con entereza todas las hostilidades. En particular, cuando algunos musulmanes debieron emigrar a Abisinia, ya que tuvo que despedir a su amada hija Ruqaiiah quien emigró junto a su esposo ‘Uzmán ibn ‘Affán, ella contuvo sus lágrimas con fortaleza y paciencia.
Al-Bujari y Muslim registraron que Abu Hurairah narró: “El ángel Gabriel se presentó ante el Mensajero de Allah y le dijo: “¡Muhammad! Jadiyah te traerá una bandeja con comida y bebida. Cuando lo haga, dale un saludo de paz proveniente de su Señor y también de mí”. Al oír el saludo, Jadiyah respondió: “Él (Allah) es la paz y de Él proviene la paz, y que el saludo de paz sea sobre Gabriel”.
Segunda Jutbah
¿Quieren conocer a una mujer que haya caminado sobre esta tierra y que sea hoy de los moradores del Paraíso? Esa es Jadiyah.
En una oportunidad el ángel Gabriel se presentó ante el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: “¡Albricia a Jadiyah que tendrá una morada en el Paraíso de brocados, donde vivirá sin ruidos ni molestias!”.
Jadiyah sufrió junto a su esposo el boicot que los incrédulos de La Meca impusieron a los musulmanes, y en especial a la familia del Profeta. Este aislamiento terrible duró tres años, durante los cuales padecieron toda clase de necesidad. Esto debilitó la salud Jadiyah llevándola a la muerte, tres años antes de la Emigración de los musulmanes de La Meca a Medina. Ella fue enterrada en lo alto de una montaña en La Meca, junto a sus familiares y fue el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quien la introdujo en la tumba con sus propias manos.
Al-Bujari y Muslim registraron que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir: “María Bint ‘Imran (la madre de Jesús) fue la mejor mujer de su época y Jadiyah Bint Juailid fue la mejor mujer de su época”.
Muslim registró que cada vez que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sacrificaba un animal decía: “Lleven algo de carne a los
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familiares y amigos de Jadiyah, ya que fui bendecido por Allah con su amor”. Y en otra narración dijo: “Yo amo hoy a quienes ella amaba”. Este es sólo un ejemplo de cómo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) honraba a su fallecida esposa.
Ahmad transmitió que Aishah dijo que cada vez que Jadiyah era mencionada el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) la elogiaba. Cierto día, llevada por los celos le dije: ¿Por qué la recuerdas tanto? si Allah te ha concedido en su lugar alguien mejor. Pero el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “Allah no me ha concedido alguien mejor que ella, ella es incomparable, pues tuvo fe en mi cuando la gente no lo hizo, me creyó cuando la gente me desmentía, me apoyó con sus bienes cuando la gente me cerró sus puertas, y Allah me concedió hijos con ella”. Así honraba el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) el recuerdo de su esposa, compañera y admiradora.
Hermanos y hermanas, sigamos el ejemplo de Jadiyah que se mantuvo firme en la fe, fue paciente, desapegada de los bienes materiales a pesar de poseer grandes riquezas, apoyó y socorrió en todo momento al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en su causa para difundir el Islam, lo trató siempre con amor y educó a sus hijos con dedicación y esmero.
Así era Jadiyah, quien nos llena de orgullo y dignidad al saber que es nuestra madre, la madre de los creyentes. اللهم صل على نبينا محمد ما ذكره الذاكرون، وصل عليه غفل عن الغافلوناللهم أحينا محبته، وأمتنا ملته، وثبتنا سنته، وأكرمنا بشفاعته، وأوردنا حوضه، واسقنا بيده الشريفة شربة لا نظمأ بعدها أبداً، وأنِلنا شرف صحبته في عليين، مع الذين أنعمتَ عليهم من النبيين والصديقين والشهداء و الصالحين، وحسن أولئك رفيقا أعز الإسلام والمسلمين، وألف بين قلوب المسلمين، ووحد صفوفهم، اجمع كلمتهم الحق يا رب العالميناللهم انصر دينك وكتابك وسنة نبيك وعبادك المؤمنيناللهم وسلم عبدك ورسولك محمد، آله صحبه سلم
Oh Allah bendice a tu Profeta Muhammad. Allah danos vida con amor por él, y concédenos morir siguiendo su guía y religión. Oh Allah concédenos la fortaleza para seguir su Sunnah, y regálanos su intercesión el día del Juicio, y concédenos estar junto a él con quienes Allah ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio de su fe y los justos.
Oh Allah bendice al Islam y los musulmanes. Une nuestros corazones y concédenos unidad como nación y comunidad. عباد الله، إِنَّ الصَّلاةَ تَنْهَى عَنِ الْفَحْشَاءِ وَالْمُنْكَرِ وَلَذِكْرُ اللَّهِ أَكْبَرُ وَاللَّهُ يَعْلَمُ مَا تَصْنَعُونَ
fuente islamhouse
Saudi Arabia – Riyad
Oficina de Dawa en Rabwah
1430 – 2009
Jadiyah no vaciló un segundo ni se retrasó en creer en la revelación y profecía de Muhammad, contándose así en ser la primera persona en aceptar el Islam.
Cuando comenzó la difusión del Islam y los idólatras de La Meca comenzaron a perseguir a los musulmanes y someterlos a terribles torturas y tormentos, Jadiyah se contó entre los pacientes que soportaron y enfrentaron con entereza todas las hostilidades. En particular, cuando algunos musulmanes debieron emigrar a Abisinia, ya que tuvo que despedir a su amada hija Ruqaiiah quien emigró junto a su esposo ‘Uzmán ibn ‘Affán, ella contuvo sus lágrimas con fortaleza y paciencia.
Al-Bujari y Muslim registraron que Abu Hurairah narró: “El ángel Gabriel se presentó ante el Mensajero de Allah y le dijo: “¡Muhammad! Jadiyah te traerá una bandeja con comida y bebida. Cuando lo haga, dale un saludo de paz proveniente de su Señor y también de mí”. Al oír el saludo, Jadiyah respondió: “Él (Allah) es la paz y de Él proviene la paz, y que el saludo de paz sea sobre Gabriel”.
Segunda Jutbah
¿Quieren conocer a una mujer que haya caminado sobre esta tierra y que sea hoy de los moradores del Paraíso? Esa es Jadiyah.
En una oportunidad el ángel Gabriel se presentó ante el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: “¡Albricia a Jadiyah que tendrá una morada en el Paraíso de brocados, donde vivirá sin ruidos ni molestias!”.
Jadiyah sufrió junto a su esposo el boicot que los incrédulos de La Meca impusieron a los musulmanes, y en especial a la familia del Profeta. Este aislamiento terrible duró tres años, durante los cuales padecieron toda clase de necesidad. Esto debilitó la salud Jadiyah llevándola a la muerte, tres años antes de la Emigración de los musulmanes de La Meca a Medina. Ella fue enterrada en lo alto de una montaña en La Meca, junto a sus familiares y fue el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quien la introdujo en la tumba con sus propias manos.
Al-Bujari y Muslim registraron que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir: “María Bint ‘Imran (la madre de Jesús) fue la mejor mujer de su época y Jadiyah Bint Juailid fue la mejor mujer de su época”.
Muslim registró que cada vez que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sacrificaba un animal decía: “Lleven algo de carne a los
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familiares y amigos de Jadiyah, ya que fui bendecido por Allah con su amor”. Y en otra narración dijo: “Yo amo hoy a quienes ella amaba”. Este es sólo un ejemplo de cómo el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) honraba a su fallecida esposa.
Ahmad transmitió que Aishah dijo que cada vez que Jadiyah era mencionada el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) la elogiaba. Cierto día, llevada por los celos le dije: ¿Por qué la recuerdas tanto? si Allah te ha concedido en su lugar alguien mejor. Pero el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “Allah no me ha concedido alguien mejor que ella, ella es incomparable, pues tuvo fe en mi cuando la gente no lo hizo, me creyó cuando la gente me desmentía, me apoyó con sus bienes cuando la gente me cerró sus puertas, y Allah me concedió hijos con ella”. Así honraba el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) el recuerdo de su esposa, compañera y admiradora.
Hermanos y hermanas, sigamos el ejemplo de Jadiyah que se mantuvo firme en la fe, fue paciente, desapegada de los bienes materiales a pesar de poseer grandes riquezas, apoyó y socorrió en todo momento al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en su causa para difundir el Islam, lo trató siempre con amor y educó a sus hijos con dedicación y esmero.
Así era Jadiyah, quien nos llena de orgullo y dignidad al saber que es nuestra madre, la madre de los creyentes. اللهم صل على نبينا محمد ما ذكره الذاكرون، وصل عليه غفل عن الغافلوناللهم أحينا محبته، وأمتنا ملته، وثبتنا سنته، وأكرمنا بشفاعته، وأوردنا حوضه، واسقنا بيده الشريفة شربة لا نظمأ بعدها أبداً، وأنِلنا شرف صحبته في عليين، مع الذين أنعمتَ عليهم من النبيين والصديقين والشهداء و الصالحين، وحسن أولئك رفيقا أعز الإسلام والمسلمين، وألف بين قلوب المسلمين، ووحد صفوفهم، اجمع كلمتهم الحق يا رب العالميناللهم انصر دينك وكتابك وسنة نبيك وعبادك المؤمنيناللهم وسلم عبدك ورسولك محمد، آله صحبه سلم
Oh Allah bendice a tu Profeta Muhammad. Allah danos vida con amor por él, y concédenos morir siguiendo su guía y religión. Oh Allah concédenos la fortaleza para seguir su Sunnah, y regálanos su intercesión el día del Juicio, y concédenos estar junto a él con quienes Allah ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio de su fe y los justos.
Oh Allah bendice al Islam y los musulmanes. Une nuestros corazones y concédenos unidad como nación y comunidad. عباد الله، إِنَّ الصَّلاةَ تَنْهَى عَنِ الْفَحْشَاءِ وَالْمُنْكَرِ وَلَذِكْرُ اللَّهِ أَكْبَرُ وَاللَّهُ يَعْلَمُ مَا تَصْنَعُونَ
fuente islamhouse
Saudi Arabia – Riyad
Oficina de Dawa en Rabwah
1430 – 2009
Una gran mujer, Jadiyah bintu Juailid 1º parte
Primera Jutbah
“¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino musulmanes”. (3:102)
“Por cierto que aquellos que anhelan el encuentro con Allah y la recompensa el Día del Juicio tienen en ellos un bello ejemplo. Y quien desobedezca a Allah sepa que Él es el Opulento, el Loable”. (60:6)
Hermanos y hermanas, teman a Allah, reflexionen sobre la moral y la buena conducta que llevaron los primeros musulmanes. Mediten sobre su paciencia y tolerancia.
Solemos escuchar historias de los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) acerca de la generosidad, la veracidad, la fe, la solidaridad con el prójimo, la paciencia ante las adversidades, la perseverancia ante las dificultades, y nos sorprendemos gratamente con estas características, pero ¡Qué sorprendente es la historia de una persona en la que Allah reunió, no una sola, sino todas estas nobles cualidades y más!
En una época donde se había generalizado la injusticia, trastornado los valores, confundido el sentido del hogar y de la lógica, se había enceguecido la vista y el conocimiento, se llegaba a matar al propio hermano o al hijo por unas monedas, o por desprecio a una mujer recién nacida.
Hoy vamos a hablar de una gran mujer, que a pesar de vivir en una sociedad corrupta y deshumanizada, tenía principios y una excelsa moral, se mantuvo lejos de la codicia y el egoísmo, rechazaba las injusticias de su pueblo y los malos tratos a su género.
Ella era una mujer sumamente inteligente, recatada, segura de si misma, consecuente con sus principios, honesta mujer de negocios, de 40 años de edad, que buscaba en su sociedad un hombre distinto, que no tuviera el comportamiento machista típico de su sociedad, sino alguien que fuera su compañero en la vida, y ¡vaya si Allah se lo concedió!
Esta gran mujer fue Jadiyah bint Juailid Al-Quraishiiah.
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Años antes de que comenzara la misión profética, llegaron a los oídos de Jadiyah las mejores referencias de Muhammad, pues era conocido por todos en su sociedad como Muhammad “al-amín / el confiable”, y ella decidió contratarlo para que fuera encargado de uno de sus negocios a Siria junto con un empleado de ella llamado Maisarah. Así fue cómo Muhammad emprendió el viaje junto a Maisarah y retornó con enormes ganancias. Cuando Maisarah le contó a Jadiyah, como durante este largo viaje y las transacciones que realizó, descubrió la honestidad de Muhammad, su educación, sus virtudes y su buen comportamiento, se conmovió de forma tal que vio en él el esposo que siempre había buscado. Entonces una amiga de ella, Nafisah Bintu Munabbih, se presentó ante Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que tenía por aquel entonces 25 años de edad, y le preguntó: “¿Qué te impide casarte?” Él respondió: “No tengo dinero para hacerlo”. Entonces la mujer le preguntó: ¿Y si el dinero no fuese necesario porque la mujer con la que te casarías es distinguida, bella y adinerada, que dirías? Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) preguntó: “¿De quién estás hablando?” Y ella respondió: De Jadiyah Bint Juailid. Entonces Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si ella lo está proponiendo, por supuesto que acepto”.
Jadiyah era inmensamente feliz con este casamiento, como no podría ser de otra manera, pues se había casado con una persona que toda la sociedad conocía como “el confiable” y “el compasivo”.
Reflexionemos hermanas y hermanos, Allah le facilita los asuntos a quienes desean sinceramente con el casamiento preservar su dignidad. Sería imposible imaginar para quienes viven en un mundo frívolo que una mujer adinerada como Jadiyah pudiera casarse con un hombre humilde como Muhammad. Aunque claro está que para Jadiyah pesó más en la balanza la integridad, la calidad de ser humano y la moral de Muhammad que cualquier otra condición externa. Este relato nos enseña también que islámicamente no es ninguna vergüenza que una mujer que descubre en un hombre a quien quiere como compañero en su vida, lo busque, y le haga llegar una proposición indirecta de matrimonio.
La vida matrimonial de Jadiyah y de Muhammad transcurrió feliz, llena de amor, comprensión, misericordia y compasión mutua. En una oportunidad, les fue anunciado que Halimah As-Sa‘diiah, quien había amamantado, lactado y cuidado a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba en la puerta y quería visitarlos. Cuando el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) escuchó esto, su corazón se llenó de alegría y emoción; muchos recuerdos de su nodriza vinieron a su mente;recordó la tribu de Sa‘d y la dedicación que ella le brindó con tanta ternura. Jadiyah se levantó para hacer ingresar a Halimah, pues ella había escuchado a su esposo mencionarla con cariño. Cuando los ojos de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) la vieron se llenaron de lágrimas y casi no podía hablar de la emoción; sólo pudo proferir dos palabras que expresaban lo que sentía por ella: “¡Madre! ¡Madre!”.
En ese cálido encuentro él le preguntó cómo se encontraba y ella se lamentó de la terrible sequía que estaba azotando el desierto donde vivía junto con su gente, y que estaban atravesando días muy duros de sensible pobreza. Ambos esposos se consultaron, y le hicieron una generosa ayuda, y así fue cómo Halima volvió a su tribu con cuarenta cabezas de ganado, entre ovejas y camellos, llevando agua y provisiones a su gente.
Así era Jadiyah de generosa antes del Islam y también luego de aceptarlo, no dudó en dar de sus riquezas anhelando complacer a su Señor y también hacer feliz a su esposo.
Jadiyah tuvo seis hijos con el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), cuatro mujeres; Zainab, Ruqaiiah, Umm Kulzum y Fátimah, y dos varones; Al-Qasim y Abdullah, quienes murieron siendo aun muy pequeños.
A Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le gustaba retirarse a meditar en una cueva conocida con el nombre de Hira' todos los años. Así lo hizo hasta que Allah decidió enviarle al ángel Gabriel con el mensaje divino. Esto ocurrió durante el mes de Ramadán.
Allah le reveló las siguientes aleyas:
“¡Recita! [¡Oh, Muhámmad!] En el nombre de tu Señor, Quien creó todas las cosas. Creó al hombre de un cigoto. ¡Recita! Que tu Señor es el más Generoso. Enseñó [la escritura] con el cálamo. Y le enseñó al hombre lo que este no sabía”. [96:1-5]
Cuando Muhammad vio al ángel Gabriel por primera vez y recibió la revelación, se atemorizó y regresó a su casa corriendo, y cuando ingresó dijo muy asustado a su esposa: “¡Cobíjame! ¡Cobíjame!” Al ver a su esposo en esta situación, Jadiyah le preguntó qué había ocurrido, y él le contó lo sucedido y le dijo: “¡Jadiyah! Temí por mi vida”. Pero ella conocía a su esposo, en lugar de incrementar su temor y miedo profirió unas palabras llenas de apoyo y
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comprensión, dijo: “¡No temas! Allah no te humillaría jamás, ni te dejaría desamparado, pues tú tratas con respeto a los parientes, siempre hablas con la verdad, asistes a los más débiles, ayudas a los pobres, honras a tus huéspedes y luchas por la verdad”. Fue entonces cuando, al oír estas bellas palabras de su esposa, el corazón del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se sosegó.
Allah nos relata esta situación en dos aleyas del Sagrado Corán, describiendo al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) tal como lo había arropado Jadiyah, cubriéndolo con una manta.
“¡Oh, tú que te envuelves en el manto! Levántate y advierte [a los hombres]. Proclama la grandeza de tu Señor, purifica tus vestimentas, apártate de la idolatría, Y no des [ayuda a las personas] para beneficiarte. Sé paciente [ante las persecuciones de los idólatras] con fe en tu Señor”. [74:1-7]
“¡Oh, tú que te cobijas! Levántate en la noche y ora gran parte de ella, la mitad, o un poco menos, o un poco más, y recita el Corán lenta y claramente [reflexionando en su significado]. En verdad, te transmitiremos una palabra de gran peso [el Corán]. Por cierto que si te levantas a orar avanzada la noche encontrarás mayor quietud y podrás concentrarte mejor, Pues, durante el día tienes una prolongada actividad. Recuerda a tu Señor y conságrate totalmente a Él. Él es el Señor de oriente y occidente. No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él. Tómale, pues, como protector. Ten paciencia con lo que dicen [los incrédulos acerca de ti y de la revelación] y apártate de ellos discretamente”. [73:1-10]
fuente islamhouse
Saudi Arabia – Riyad
Oficina de Dawa en Rabwah
1430 – 2009
“¡Oh, creyentes! Teman a Allah como es debido y no mueran sino musulmanes”. (3:102)
“Por cierto que aquellos que anhelan el encuentro con Allah y la recompensa el Día del Juicio tienen en ellos un bello ejemplo. Y quien desobedezca a Allah sepa que Él es el Opulento, el Loable”. (60:6)
Hermanos y hermanas, teman a Allah, reflexionen sobre la moral y la buena conducta que llevaron los primeros musulmanes. Mediten sobre su paciencia y tolerancia.
Solemos escuchar historias de los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) acerca de la generosidad, la veracidad, la fe, la solidaridad con el prójimo, la paciencia ante las adversidades, la perseverancia ante las dificultades, y nos sorprendemos gratamente con estas características, pero ¡Qué sorprendente es la historia de una persona en la que Allah reunió, no una sola, sino todas estas nobles cualidades y más!
En una época donde se había generalizado la injusticia, trastornado los valores, confundido el sentido del hogar y de la lógica, se había enceguecido la vista y el conocimiento, se llegaba a matar al propio hermano o al hijo por unas monedas, o por desprecio a una mujer recién nacida.
Hoy vamos a hablar de una gran mujer, que a pesar de vivir en una sociedad corrupta y deshumanizada, tenía principios y una excelsa moral, se mantuvo lejos de la codicia y el egoísmo, rechazaba las injusticias de su pueblo y los malos tratos a su género.
Ella era una mujer sumamente inteligente, recatada, segura de si misma, consecuente con sus principios, honesta mujer de negocios, de 40 años de edad, que buscaba en su sociedad un hombre distinto, que no tuviera el comportamiento machista típico de su sociedad, sino alguien que fuera su compañero en la vida, y ¡vaya si Allah se lo concedió!
Esta gran mujer fue Jadiyah bint Juailid Al-Quraishiiah.
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Años antes de que comenzara la misión profética, llegaron a los oídos de Jadiyah las mejores referencias de Muhammad, pues era conocido por todos en su sociedad como Muhammad “al-amín / el confiable”, y ella decidió contratarlo para que fuera encargado de uno de sus negocios a Siria junto con un empleado de ella llamado Maisarah. Así fue cómo Muhammad emprendió el viaje junto a Maisarah y retornó con enormes ganancias. Cuando Maisarah le contó a Jadiyah, como durante este largo viaje y las transacciones que realizó, descubrió la honestidad de Muhammad, su educación, sus virtudes y su buen comportamiento, se conmovió de forma tal que vio en él el esposo que siempre había buscado. Entonces una amiga de ella, Nafisah Bintu Munabbih, se presentó ante Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que tenía por aquel entonces 25 años de edad, y le preguntó: “¿Qué te impide casarte?” Él respondió: “No tengo dinero para hacerlo”. Entonces la mujer le preguntó: ¿Y si el dinero no fuese necesario porque la mujer con la que te casarías es distinguida, bella y adinerada, que dirías? Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) preguntó: “¿De quién estás hablando?” Y ella respondió: De Jadiyah Bint Juailid. Entonces Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si ella lo está proponiendo, por supuesto que acepto”.
Jadiyah era inmensamente feliz con este casamiento, como no podría ser de otra manera, pues se había casado con una persona que toda la sociedad conocía como “el confiable” y “el compasivo”.
Reflexionemos hermanas y hermanos, Allah le facilita los asuntos a quienes desean sinceramente con el casamiento preservar su dignidad. Sería imposible imaginar para quienes viven en un mundo frívolo que una mujer adinerada como Jadiyah pudiera casarse con un hombre humilde como Muhammad. Aunque claro está que para Jadiyah pesó más en la balanza la integridad, la calidad de ser humano y la moral de Muhammad que cualquier otra condición externa. Este relato nos enseña también que islámicamente no es ninguna vergüenza que una mujer que descubre en un hombre a quien quiere como compañero en su vida, lo busque, y le haga llegar una proposición indirecta de matrimonio.
La vida matrimonial de Jadiyah y de Muhammad transcurrió feliz, llena de amor, comprensión, misericordia y compasión mutua. En una oportunidad, les fue anunciado que Halimah As-Sa‘diiah, quien había amamantado, lactado y cuidado a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba en la puerta y quería visitarlos. Cuando el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) escuchó esto, su corazón se llenó de alegría y emoción; muchos recuerdos de su nodriza vinieron a su mente;recordó la tribu de Sa‘d y la dedicación que ella le brindó con tanta ternura. Jadiyah se levantó para hacer ingresar a Halimah, pues ella había escuchado a su esposo mencionarla con cariño. Cuando los ojos de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) la vieron se llenaron de lágrimas y casi no podía hablar de la emoción; sólo pudo proferir dos palabras que expresaban lo que sentía por ella: “¡Madre! ¡Madre!”.
En ese cálido encuentro él le preguntó cómo se encontraba y ella se lamentó de la terrible sequía que estaba azotando el desierto donde vivía junto con su gente, y que estaban atravesando días muy duros de sensible pobreza. Ambos esposos se consultaron, y le hicieron una generosa ayuda, y así fue cómo Halima volvió a su tribu con cuarenta cabezas de ganado, entre ovejas y camellos, llevando agua y provisiones a su gente.
Así era Jadiyah de generosa antes del Islam y también luego de aceptarlo, no dudó en dar de sus riquezas anhelando complacer a su Señor y también hacer feliz a su esposo.
Jadiyah tuvo seis hijos con el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), cuatro mujeres; Zainab, Ruqaiiah, Umm Kulzum y Fátimah, y dos varones; Al-Qasim y Abdullah, quienes murieron siendo aun muy pequeños.
A Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le gustaba retirarse a meditar en una cueva conocida con el nombre de Hira' todos los años. Así lo hizo hasta que Allah decidió enviarle al ángel Gabriel con el mensaje divino. Esto ocurrió durante el mes de Ramadán.
Allah le reveló las siguientes aleyas:
“¡Recita! [¡Oh, Muhámmad!] En el nombre de tu Señor, Quien creó todas las cosas. Creó al hombre de un cigoto. ¡Recita! Que tu Señor es el más Generoso. Enseñó [la escritura] con el cálamo. Y le enseñó al hombre lo que este no sabía”. [96:1-5]
Cuando Muhammad vio al ángel Gabriel por primera vez y recibió la revelación, se atemorizó y regresó a su casa corriendo, y cuando ingresó dijo muy asustado a su esposa: “¡Cobíjame! ¡Cobíjame!” Al ver a su esposo en esta situación, Jadiyah le preguntó qué había ocurrido, y él le contó lo sucedido y le dijo: “¡Jadiyah! Temí por mi vida”. Pero ella conocía a su esposo, en lugar de incrementar su temor y miedo profirió unas palabras llenas de apoyo y
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comprensión, dijo: “¡No temas! Allah no te humillaría jamás, ni te dejaría desamparado, pues tú tratas con respeto a los parientes, siempre hablas con la verdad, asistes a los más débiles, ayudas a los pobres, honras a tus huéspedes y luchas por la verdad”. Fue entonces cuando, al oír estas bellas palabras de su esposa, el corazón del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se sosegó.
Allah nos relata esta situación en dos aleyas del Sagrado Corán, describiendo al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) tal como lo había arropado Jadiyah, cubriéndolo con una manta.
“¡Oh, tú que te envuelves en el manto! Levántate y advierte [a los hombres]. Proclama la grandeza de tu Señor, purifica tus vestimentas, apártate de la idolatría, Y no des [ayuda a las personas] para beneficiarte. Sé paciente [ante las persecuciones de los idólatras] con fe en tu Señor”. [74:1-7]
“¡Oh, tú que te cobijas! Levántate en la noche y ora gran parte de ella, la mitad, o un poco menos, o un poco más, y recita el Corán lenta y claramente [reflexionando en su significado]. En verdad, te transmitiremos una palabra de gran peso [el Corán]. Por cierto que si te levantas a orar avanzada la noche encontrarás mayor quietud y podrás concentrarte mejor, Pues, durante el día tienes una prolongada actividad. Recuerda a tu Señor y conságrate totalmente a Él. Él es el Señor de oriente y occidente. No hay nada ni nadie con derecho a ser adorado salvo Él. Tómale, pues, como protector. Ten paciencia con lo que dicen [los incrédulos acerca de ti y de la revelación] y apártate de ellos discretamente”. [73:1-10]
fuente islamhouse
Saudi Arabia – Riyad
Oficina de Dawa en Rabwah
1430 – 2009
jueves, 19 de febrero de 2009
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